Lo que trajo el búho Nival.

Podríamos decir que fueron 1.000 km en 24 horas para que alguien a quien amo con todo mi corazón cumpliera su sueño. Pero no. Fueron 1000 km en 24 horas de regalazo que me tenía preparada la vida para disfrutar cada instante, cada segundo de un lugar increíble, para asombrarme una vez más con la belleza del atardecer acompañada esta vez por la sombra del búho Nival, para conocer gente auténtica, para escuchar el sonido del silencio del respeto con el trasfondo de las cámaras fotográficas, para ver belleza pura y ojos emocionados, para compartir un gran momento con personas apasionadas de verdad y para descubrir que nuestra gente joven, el futuro de este planeta, es gente con mucha pasión, con mucho respeto, y que va a luchar por lo auténtico. P.D. Obviamente estas fotos son una castaña. Las fotos auténticas y buenas de verdad las hizo el crack de @victor__escribano (en IG).